Plan de acción

 

 

 

 

       El rendimiento académico de los escolares ha sido en las últimas décadas fuente de diversos debates públicos. A partir de la implementación de pruebas de medición nacional, tales como el SIMCE, o internacional, tales como el TIMSS o PISA, entre otras, las cuales definen ciertos estándares de desempeño o de rendimiento, se han analizado, a partir de valoraciones que generalmente dan cuenta del supuesto “déficit” o se focalizan en las “carencias” del desempeño de los escolares, las posibles condicionantes o factores, con la finalidad de cambiarlo o en lo posible, mejorarlo. Sin embargo, es conveniente dar cuenta de la influencia que ejerce el profesor, su conducta frente al curso, desempeño pedagógico etc. Por otra parte proponemos que se debe valorar el estado socioemocional del alumno, así como el clima de aula, parte fundamental en el desempeño del escolar y la clase en general.

       Según nuestro punto de vista pareciera común decir que a la escuela se va a “aprender”, si se entiende como el nivel de conocimientos alcanzado en un área o materia de aprendizaje específico realizado por un alumno/a. De manera que, podríamos plantear, que el rendimiento escolar está condicionado por una infinidad de factores que apelan al sujeto-alumno y a condiciones cognitivas, sociales (por ejemplo el capital cultural y nivel educacional de los padres), físicas (ej. El porte nutricional que recibe diariamente), afectivas (ej. Auto concepto) y motivacionales especificas.

       No obstante, pretendemos destacar  la incidencia de factores contextuales en el rendimiento de los alumnos. Tales factores, los cuales de alguna manera trascienden al alumno, pero pueden condicionar su disposición física, psíquica y por cierto, cognitiva para el aprendizaje, refieren a condiciones económico-sociales generales, pero específicamente al tipo de escuela, a las condiciones del aula, al número de alumnos, a la relación profesor-alumno, las relaciones entre los alumnos, a los contenidos de enseñanza, como a las metódicas empleadas por el profesor ,atendiendo principalmente al tipo de alumno con que se trabaja, entre otros aspectos.

       De pronto queremos hacer resaltar aquel  concepto que según  nuestro parecer,  integra tanto a los factores individuales y contextuales que de una u otra manera influyen tanto en el aprendizaje como en el logro académico, es el de “clima escolar”, el que entendemos  como “un conjunto de características psicosociales dado en un centro educativo, determinados por aquellos factores o elementos estructurales, personales  y/o funcionales de la institución, y que dan un  estilo único a dicho centro educacional, pasando a ser condicionantes, de los distintos procesos educativos.”

        “Clima escolar” se refiere entonces a niveles de desarrollo emocional y social de los alumnos y profesores, enfocados a una mejor calidad de vida escolar (sensación de bienestar general, sensación de confianza de las habilidades propias para realizar el trabajo escolar, creencia en la relevancia de lo que se aprende en la escuela, interacciones con pares, interacciones con los profesores) (hacer, 1984; ainley, batten y miller, 1984).

 

 

Clima social escolar

       De forma paralela al clima de aula, el clima social refiere a la percepción que los individuos tienen de los distintos aspectos del ambiente en el cual se desarrollan sus actividades habituales, en este caso, el colegio. Es la sensación que una persona tiene a partir de sus experiencias en el sistema escolar. La percepción del clima social incluye la percepción que tienen los individuos que forman parte del sistema escolar sobre las normas y creencias que caracterizan el clima escolar (ARON y MILICIC, 1999).

       Podemos decir entonces que los factores  relacionados con un clima social positivo son: un ambiente físico apropiado, actividades variadas y entretenidas, comunicación respetuosa entre profesores y alumnos, y entre compañeros, capacidad de escucharse unos con otros, capacidad de valorarse mutuamente. Además un clima social positivo pudiera ser, aquel en que las personas son sensibles a las situaciones diversas que puedan estar atravesando los demás, de manera de ser capaces de dar apoyo emocional. Un clima social positivo engloba, la inteligencia emocional que tengan los miembros de un grupo cualquiera para resolver sus conflictos de manera  no violenta.

       Hay distintas dimensiones del clima escolar que se relacionan con la percepción de los profesores, de los pares, de los aspectos organizativos y de las condiciones  físicas en que se desarrollan las actividades escolares. Al hablar de clima social escolar nos referimos tanto a la percepción que los niños y jóvenes tienen de su contexto escolar como a la percepción que tienen los profesores de su entorno laboral.

       Además del clima social general percibido en una institución existen microclimas al interior del contexto escolar que a veces actúan como protectores frente al clima social más amplio. Por ejemplo, en un contexto de una gestión escolar percibida como muy autoritaria algunos profesores pueden agruparse y generar en su grupo un clima diferente, que les permite paliar o amortiguar el efecto adverso que tiene sobre ellos la modalidad de gestión. Lo mismo sucede a nivel de los alumnos, que eventualmente pueden agruparse en pequeños microclimas sociales al interior de la escuela, que los provee de un contexto más protegido. En ocasiones estos microclimas son positivos y tienen una perspectiva valórica constructiva en tanto que otros pueden constituirse en fuentes de conflicto y transmitir valores negativos como las pandillas que consumen drogas o grupos que se organizan para realizar conductas violentas.

       El clima social que se genera en el contexto escolar depende, entre otros factores, del desarrollo social y emocional que hayan logrado los alumnos, del nivel de desarrollo personal de los profesores y de la percepción que todos ellos tengan de la medida en que sus necesidades emocionales y de interacción social son consideradas adecuadamente en el ambiente escolar.

 

 

       El desarrollo emocional y social ha sido conceptualizado de diferentes maneras, se ha hablado de desarrollo personal, inteligencia emocional, inteligencia social, desarrollo afectivo, términos de alguna manera equivalentes que apuntan a la necesidad de considerar estos aspectos para lograr una educación más integral (Goleman, 1996; Damasio, 1995; Gardner, 1989; 1993; Garmenzy et al, 1984). Si bien hay conciencia de que este es un aspecto esencial para el desarrollo de una buena cultura escolar no se ha instrumentalizado en forma suficiente el cómo logar estos desarrollos.

Un aspecto importante del desarrollo social es el concepto de desarrollo de la responsabilidad social, que hace parte de la formación de buenos ciudadanos y que aparece como un área necesaria a desarrollar en los estudiantes como una forma de lograr habilidades sociales que les permitiera ser más activos e integrarse como miembros responsables de su comunidad social y política. Berman, (1997) define la responsabilidad social como el compromiso personal con el bienestar de los otros. Esta responsabilidad social, según el autor, tendría tres dimensiones fundamentales:

       La primera se relaciona con entender que cada uno pertenece a una red social más amplia que tiene una influencia decisiva en la construcción de su identidad. La segunda se relaciona en las consideraciones éticas de justicia y preocupación por los otros en que deben enmarcarse las relaciones con los otros. La tercera, se refiere a que la responsabilidad social implica actuar con integridad, es decir en forma consistente con los propios valores.

       Si se considera que la escuela es un micro-sistema social, en que los estudiantes están insertos en una estructura social y política, el funcionamiento de la sala de clases, su sistema de justicia, sus convenciones sociales y a los patrones de funcionamiento, son experiencias que favorecen o inhiben el desarrollo de la responsabilidad social en  los estudiantes. Lo que se aprenda en este contexto en relación a como se resuelven los conflictos, el establecimiento de relaciones de respeto entre pares, estilos de reacciones con personas de diferentes niveles jerárquicos, etc., es lo que los futuros ciudadanos repetirán desde las posiciones que ocupen en la comunidad cuando sean adultos.

Uno de los aspectos importantes de los programas de mejoramiento del clima social es la necesidad de favorecer la comprensión y lectura del entorno en que se encuentran involucrados los actores. Conectarse con las propias vivencias y ser capaz de analizarlas desde una perspectiva conceptual puede ser una estrategia muy significativa para producir cambios.

Descripción del programa

       A partir del procesamiento de la información recogida a través diagnósticos y de grupos focales realizados con profesores se identificaron los principales aspectos influyentes del clima social escolar desde la perspectiva de los profesores y de los estudiantes. Se identificaron además las estrategias utilizadas por los profesores y por alumnos para mejorar el clima social escolar o, para minimizar los efectos de un clima social escolar adverso.

       El programa está compuesto por unidades educativas con objetivos específicos y actividades orientadas a cumplir con estos objetivos. Las actividades serán realizadas por los profesores con los estudiantes en la sala de clases en forma grupal y con una duración aproximada de 90 minutos.

Estas actividades están orientadas a aumentar el contacto consigo mismo y a partir de allí favorecer la interacción con los otros. Además, se busca la conexión de los alumnos en sus redes sociales y la integración de los recursos de la comunidad al contexto escolar.

Las unidades educativas serán entregadas a los profesores como sugerencias de actividades a realizar, pudiendo ellos modificarlas de acuerdo a cada contexto o idear otras a partir de los objetivos específicos  y conceptos básicos.

A continuación se describen los objetivos para cada una de las unidades educativas:

Objetivos de las unidades educativas del programa de mejoramiento de clima social escolar y desarrollo personal, de Aron y Milicic (1999).

 

Unidad 1: Evaluando el clima social

Objetivos:

- Que los alumnos conozcan el concepto de clima social escolar y los factores con que se relaciona.

- Que los alumnos aprendan a evaluar el propio clima escolar.

- Sensibilizar a los alumnos en relación al efecto negativo de los ambientes sociales.

- Visualizar las causas y consecuencias del ambiente negativo en el contexto escolar.

- Generar en los estudiantes una actitud de mejoramiento del clima social escolar.

Unidad 2: Mis fortalezas

Objetivos:

- Que el alumno tome conciencia de los recursos positivos internos y externos en distintas áreas.

- Que el alumno valore la importancia del apoyo de otros, y que confié en uno.

- Que los alumnos identifiquen a alguna persona clave en sus vidas que haya confiado en ello.

- Que el alumno/a) puedan identificar cuáles son sus prioridades en relación a la familia, los amigos, e estudio, las entretenciones, el deporte, etc.

- Que el alumno pueda identificar cuáles son sus expectativas para el futuro y cuáles son los pasos que debe dar para cumplirlos.

Unidad 3: Por qué son importantes los amigos y las amigas

Objetivos:

- Que el alumno reflexione acerca de la importancia del grupo de amigos en general y cuando se enfrentan situaciones difíciles.

- Que el alumno reconozca la importancia de generar espacios de convivencia para conocer más cercanamente a otros y entablar amistad.

- Que el alumno desarrolle estrategias que permitan generar espacios de convivencia y cercanía con otros compañeros.

- Que el alumno aumente su capacidad auto exposición.

- Que el alumno mejore su capacidad de vincularse en relaciones interpersonales.

- Favorecer el establecimiento de vínculos entre los alumnos a través de la búsqueda de intereses comunes.

- Favorecer el establecimiento de vínculos entre los alumnos a través del hecho de tener experiencias de vida comunes.

 

Unidad 4: Mejorando la comunicación

Objetivos:

- Que los alumnos reflexionen acerca de las dificultades que acarrean mala comunicación en las relaciones con otros.

- Que los alumnos conozcan los factores que facilitan una buena comunicación.

- Que los alumnos desarrollen la capacidad de comunicarse en forma concordante.

- Generar una actitud activa para la superación de las dificultades en la comunicación.

-Reflexionar acerca de los factores relacionados con una buena sintonía emocional.

 

Unidad 5: La tensión

- Que los alumnos reconozcan los signos del estrés.

- Que identifiquen las fuentes generadoras del estrés.

- Que compartan las estrategias que utilizan para disminuir la tensión.

 

 

Unidad 6: Búsqueda de soluciones

- Que los alumnos reconozcan los elementos de un problema, las estrategias de resolución de problemas a través de desarrollo de pensamiento alternativo y de la capacidad de anticipar las consecuencias de sus actos.

- Que los alumnos sean capaces de implementar la capacidad de tomar decisiones, eligiendo la mejor alternativa frente a una situación.

- Que los alumnos sean capaces de aplicar una metodología de resolución de problemas de alguna dificultad personal.

- Ejercitar la toma de distintas perspectivas frente a un determinado problema a nivel curso.

- En relación al análisis de un problema, que los alumnos puedan desarrollar una actitud de tolerancia frente a las divergencia, de aceptación de las diferencias, capacidad de escuchar a otros.

 

Unidad 7: Resolviendo conflictos interpersonales

- Que los alumnos conozcan las formas constructivas y no constructivas de resolución de conflictos interpersonales.

- Que los alumnos reflexionen acerca de cuáles son las formas más apropiadas para enfrentar y resolver un conflicto.

- Que los alumnos sean capaces de analizar las consecuencias para los involucrados y para el grupo de cada una de las estrategias de resolución.

 

Unidad 8: Somos responsables por nosotros mismos

- Que los alumnos puedan darse cuenta de los riesgos a que están expuestos y sus consecuencias.

- Que los alumnos tomen conciencia de su propia responsabilidad en el evitar riesgos.

- Que el alumno tome conciencia de la necesidad de desarrollar el autocontrol.

- Que los alumnos puedan identificar aquellos eventos y actividades en los cuales disfrutan y lo pasan bien sin arriesgar su integridad ni la de los demás.

- Que los alumnos sean capaces de conectarse con estos eventos como una fuente de energía y revitalización.

La responsabilidad de crear un clima social positivo y nutrido corresponde a todos los actores del sistema. Sin embargo es a la institución educativa, responsable de planificar espacios en que se reflexione sobre la relevancia del clima social para el rendimiento de los estudiantes, para la satisfacción laboral y la prevención del desgaste profesional. Evaluar la calidad del clima social escolar, es decir, ver qué aspectos corresponden a fortalezas y cuales a debilidades que pueden ser mejoradas. A partir de este análisis es importante diseñar estrategias que permitan a cada uno de los actores del sistema analizar cuáles pueden ser su aporte al mejoramiento del clima social y cuales serian sus demandas.

En ese sentido, los programas de mejoramiento de clima social dirigido a los estudiantes deben necesariamente tener una etapa previa de trabajo por parte de los profesores, con el fin de reflexionar acerca de estos aspectos y ejercitar las destrezas instrumentales que les permitirán poner en práctica las actividades con los estudiantes. (Aron, Milicic, 1999, Fundación Arauco, 2000).

En estos talleres, se pretenden dos objetivos fundamentales:

- El primero es que a partir de la discusión de los conceptos fundamentales relacionados con el clima social, los docentes sean capaces de leer y reinterpretar la realidad escolar desde la perspectiva de los factores que influyen en el entorno social escolar.

-El segundo objetivo es que los profesores se habiliten en las estrategias instrumentales necesarias poner en práctica programas de mejoramiento del clima social escolar desde los estudiantes.